Es una imagen aterradora que dio la vuelta al mundo y fue clave para el avance de los derechos civiles en Estados Unidos.
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En ella se ve el rostro de pánico de dos mujeres negras que nadan en una piscina mientras un hombre blanco arroja ácido al agua.
Fue tomada el 18 de julio de 1964 en un motel de la ciudad de San Agustín, en Florida.
De inmediato se convirtió en un símbolo de la segregación racial que durante décadas impidió que los negros compartieran los espacios públicos y privados con la población blanca en la mayoría de estados del sur estadounidense.
Este martes, más de medio siglo después de esa instantánea, los habitantes de Florida tienen la posibilidad de elegir al primer gobernador afoestadounidense de la historia de su estado.