En Milán, la capital mundial del diseño, la basura se convierte en dinero.
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Se trata de "La Casa de Basura", un espacio creado con muebles hechos a partir de las colillas de cigarrillos o suelas de las zapatillas Nike; alfombras de ropa vieja, cojines de botellas de plástico y cestos de fruta fabricados con pantallas de celulares.
La compañía detrás del proyecto, Miniwiz, pertenece a Arthur Huang, un arquitecto e ingeniero estructural que ha sido galardonado con el premio Pionero Tecnológico del Foro Económico Mundial de Davos.
"Hay suficiente metal y plástico para mantener la economía. Existe una gigantesca abundancia de deshechos de primer nivel para reutilizar en nuevos productos".