"¡Fuera porros de la UNAM!", era el grito que miles de estudiantes coreaban la tarde del miércoles en el sur de Ciudad de México.
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En el campus central de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), se reunieron más de 30.000 alumnos, una de las mayores concentraciones de estudiantes en el lugar desde las históricas protestas de 1968.
Y entre las diversas exigencias a las autoridades de la UNAM, una era la más clara: la expulsión de los grupos de choque conocidos como "porros".
Apenas el lunes pasado, una protesta pacífica de estudiantes de bachillerato -del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) Azcaptzalco de la UNAM- terminó abruptamente cuando un grupo de "porros" los atacó con piedras, palos, bombas caseras y navajas, según informaron medios locales.
Cuatro estudiantes resultaron lesionados, dos de ellos con heridas de gravedad, detallaron los gestores del centro.