Las autoridades mexicanas dieron este jueves con otra prueba de la grave violencia que se vive en el país: al menos 166 cráneos y otros restos humanos en una fosa clandestina.
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El hallazgo se produjo en el estado oriental de Veracruz, pero la ubicación exacta de la fosa no se ha hecho pública por razones de seguridad.
El fiscal del estado, Jorge Winckler, informó que los restos llevaban allí al menos dos años.
Winckler explicó a los medios que los investigadores también encontraron 200 prendas, más de 100 carnés de identificación y otros objetos personales.
Las autoridades se centran en examinar los cráneos para tratar de averiguar el número de víctimas.
La nueva tecnología utilizada, como drones y radares de alta potencia, están ayudando a ubicar los restos y los expertos forenses están trabajando en el enclave, señalaron las autoridades.
El fiscal no descartó la posibilidad de encontrar más víctimas.
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Más de 300 fosas comunes
Los traficantes de drogas han utilizado Veracruz como una especie de vertedero de sus víctimas durante años.
En marzo de 2017, 250 cráneos fueron encontrados en otra fosa clandestina en este mismo estado.