"Una ola de calor bate récords en Europa"; "El julio más caliente en 260 años"; "Una montaña se está derritiendo en Suecia"; "Le ponen zapatos a los perros en Suiza"….
PUBLICIDAD
Las altas temperaturas han sido noticia durante este verano austral, pues han superado los 40ºC en varios países mediterráneos y se han mantenido elevadas durante más tiempo del acostumbrado.
- Las impresionantes imágenes que deja la ola de calor que afecta al norte de Europa
- 7 llamativos efectos secundarios de la ola de calor que bate récords en Europa
En los países que no tienen el verano asegurado -como Reino Unido, donde un famoso cómico advertía que si una va a al cine una tarde corre el peligro de perdérselo- la salida del sol por lo general va acompañada en un inicio de mucha alegría.
Pero, poco a poco, esta alegría se va atenuando, pues inevitablemente al cabo de unos días los inconvenientes del calor se evidencian.
Aunque nada se compara con lo que sucedió en Londres en el verano de 1858, cuando las temperaturas subieron a más de 30ºC y se mantuvieron así durante varias semanas.
No tanto la temperatura sino la infraestructura
Para ese entonces no había aire acondicionado ni refrigeración, por lo que era realmente difícil mantener los alimentos frescos.
Y tampoco había un sistema de alcantarillado adecuado, señala Beverley Cook, curadora del Museo de Londres.