Fue uno de los capítulos más trascendentales de la Guerra Fría. Aunque duró apenas unos meses y pasó a la historia como un fracaso, una tragedia, un sueño frustrado que se conoce con el nombre de Primavera de Praga y de cuyo fin se cumple este martes medio siglo.
Esta suerte de revolución pacífica se puso en marcha con el nombramiento el 5 de enero de 1968 de Alexander Dubcek como primer secretario del Partido Comunista de Checoslovaquia, quien pondría en marcha un conjunto de reformas democratizadoras a las que llamaría "socialismo con rostro humano".