Temístocles Machado fue asesinado en el estacionamiento de vehículos que instaló para mantener a sus 11 hijos, muy cerca del sitio que durante años le sirvió a su padre para alimentarlo a él y a sus ocho hermanos.
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Don Temis, como le decían, murió en el pedazo de tierra que él, su papá y su familia ocuparon y defendieron durante más medio siglo.
Tres balazos acabaron con su vida hace seis meses, el 27 de enero de 2018.
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Es uno de los cientos de líderes sociales que fueron asesinados en Colombia en los últimos dos años.
Sucedió en la ciudad de Buenaventura, departamento de Valle del Cauca, en la costa oeste de Colombia.
Una población que un día sufre por la violencia armada, al otro le estallan escándalos de corrupción a sus autoridades, en otro se ve rodeada por el poder del narcotráfico y en los demás padece por falta de servicios básicos o salud pública, por solo poner unos ejemplos.
Es como si todos los días la ciudad amaneciera con un problema nuevo, dicen algunos que conocen Buenaventura.