La historia de cómo empezó la fiebre por el oro rosa tiene mucho que ver con el cobre.
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Este color empezó a ponerse de moda en 2012.
Según World’s Global Style Network (WGSN, en sus siglas en inglés), una empresa británica que analiza tendencias, varias joyas de ese tono empezaron a salir al mercado en ese año.
Luego, en 2013, en las pasarelas de Jimmy Choo y Roberto Cavalli mostraron accesorios de ese color.
Pero el diseñador británico Tom Dixon hizo un aporte definitivo. Sacó al mercado una colección de utensilios para el hogar —lámparas, ollas y recipientes— de color cobre. Y esto produjo una reacción particular.
"La tendencia del cobre pudo haber afectado al oro rosado, porque el cobre es muy similar, y el cobre permitió a las personas adoptar los metales", le dijo Jane Boddy, directora de color de WGSN, a la periodista Mary-Ann Russon de la BBC.
Ya en 2015, cuando se lanzó el iPhone 6S, las cosas se salieron de control. Entre todos los teléfonos de este modelo que se vendieron en preventa, 40% eran de color oro rosado.