Es el mejor de su clase, según los expertos occidentales.
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El MQ-9 Reaper (o Segador, como también se le conoce) no necesita tripulación y puede ser operado desde miles de kilómetros de distancia, como casi todos los de su tipo.
Pero este es el non plus ultra de los drones que Estados Unidos usa para operaciones militares en ataques aire-tierra, y supera a sus antecesores tanto en alcance y carga útil, como en tiempos de vuelo.
Puede alcanzar una velocidad de 300 kilómetros por hora cargando cuatro misiles Hellfire y varias bombas, y se mantiene en el aire por 14 horas.
El despliegue de tecnología que dio nacimiento al MQ-9 Reaper demuestra el interés cada vez mayor de los países desarrollados en explorar la industria de los Vehículos Aéreos sin Tripulación con fines bélicos y de vigilancia.
Tanto es así, que es imposible afirmar que solo un país domina la industria manufacturera de drones.
El mismo interés en estas naves también ha motivado actos criminales.
Este jueves, por ejemplo, trascendió el caso de un hacker que puso a la venta información sensible con drones militares de Estados Unidos en el llamado "internet profundo".