Mozambique se ha convertido en un punto de parada importante para los traficantes de heroína, que usan sus tortuosas rutas para transportarla desde Afganistán hasta Europa.
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Y en parte importante este comercio ilegal ha crecido gracias a WhatsApp, la aplicación de mensajería más usada en el mundo.
Las leyes cerraron vías más directas y la travesía es larga: la droga viaja desde Afganistán hasta la costa sudoccidental de Pakistán, desde donde es trasladada por barcos tipo dhow (veleros tradicionales) hasta la costa norte de Mozambique.
Los veleros quedan anclados en el mar y unos botes más pequeños llevan el producto hasta la playa, desde donde es recogida y transportada a almacenes.
Luego es empacada en pequeños camiones y viaja 3.000 km en carretera hasta Johannesburgo, Sudáfrica. Y, desde allí, otros barcos la llevan hasta Europa.