Su terreno no es la política, sino el patrimonio medioambiental cubano.
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El cubano Ariel Ruiz Urquiola puso fin este martes una huelga de hambre y sed que llevó a cabo durante 16 días.
El pasado 8 de mayo, este doctor en Ciencias Biológicas de 43 años fue condenado a un año de cárcel por "desacato".
Con su protesta, reclamaba al gobierno de su país por lo que él considera fue un juicio politizado.
"Me informaron que me darían una ‘licencia extrapenal’ por motivos de salud", cuenta a BBC Mundo en conversación telefónica desde su casa, donde se recupera.
Lo primero que probó cuando detuvo la huelga fue un jugo de mango que le dio el personal del Hospital Abel Santamaría de la occidental provincia de Pinar del Río, a donde lo trasladaron desde la cárcel cuando su salud comenzó a debilitarse.
Ruiz Urquiola cuenta que la meditación vipassana le ayudó a "mitigar el sufrimiento" en prisión.
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"Durante la huelga me convencí de que cuando te han privado de tu libertad, tú puedes optar por liberarte a ti mismo. No hay muerte cuando la muerte es voluntaria", dice.
¿Quién es y qué hizo?
Cuando a Urquiola se le ve hablar en los pocos videos colgados en YouTube por activistas y medios de prensa, parece un hombre informado y enérgico. Alguien verdaderamente comprometido con lo que defiende.