"Yo nunca pensé que íbamos a sufrir de esta manera, pero usted save que si no salíamos de Honduras usted y yo corriamos mucho peligro" (sic).
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Este mensaje, que BBC Mundo reproduce literalmente, es parte de la carta que una mujer de Honduras, encerrada en un centro de detención de Texas, le ha pedido a su abogado que le haga llegar a su hija.
Las autoridades migratorias de Estados Unidos la separaron de la niña cuando la arrestaron y pusieron bajo custodia por "haber cruzado ilegalmente la frontera" con México.
La mujer, cuya identidad BBC Mundo no revela por seguridad, forma parte de los miles de migrantes separados de sus hijos en la frontera sur de EE.UU. desde que el gobierno de Donald Trump comenzara a aplicar su política de tolerancia cero contra la inmigración.
Unos 2.300 menores de edad que han llegado a este país desde el pasado mes de mayo han sido separados de sus padres, según los últimos datos publicados por las autoridades estadounidenses.
La separación familiar impuesta por el presidente estadounidense ha suscitado amplias críticas de organizaciones de defensa de los derechos civiles, Naciones Unidas, gobiernos extranjeros e incluso destacadas figuras del Partido Republicano, del que el propio Trump forma parte.
La primera dama, Melania Trump, también se manifestó recientemente en contra de estas separaciones y este miércoles el presidente firmó una orden ejecutiva con la que dijo querer poner fin a una situación que había despertado un rechazo generalizado.
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Pero, pese al anuncio de Trump, cuyos efectos están por verse, el drama de las familias continúa.
"Ya nadie nos va a pegar ni a hacer más daño"
La autora de la carta que reproduce BBC Mundo no ha visto a su hija desde que fue detenida y las comunicaciones entre ambas están restringidas.
En el texto, la mujer describe una situación de malos tratos a manos de su pareja en Honduras.