El suyo iba a ser un caso más de los muchos de los que se ocupa la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos, una más de las familias inmigrantes indocumentadas capturadas en la zona de McAllen, Texas, uno de los puntos calientes de la frontera con México.
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Pero el objetivo de un fotógrafo lo convirtió en un símbolo del drama de los niños separados de sus padres.
El fotoperiodista John Moore, corresponsal especial de Getty Images, captó el llanto desconsolado de una niña de dos años que mira entre sollozos al agente que ha detenido a su madre y le ha pedido la identificación.
En plena polémica por la política de separar a los menores migrantes de los adultos con los que han entrado irregularmente en territorio estadounidense, la imagen se hizo viral y sirvió para que arreciaran las críticas a la política migratoria impuesta por Donald Trump.
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En conversación con BBC Mundo, Moore explicó que apenas tuvo tiempo para algo más que disparar su cámara en mitad de esa noche texana.
"Me hubiera gustado hablar más tiempo con ella, pero no pude. Me contó que habían llegado desde Honduras y que llevaba viajando un mes entero con su hija de dos años".