Pocas cosas son más desesperantes para los padres que tener hijos que se rehúsan a comer.
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Muchos niños son mañosos a la hora de la comida y cuesta darles de probar algo nuevo.
Pero aunque te desespere que tu pequeña o pequeño rechace o escupa lo que le preparaste con tanto amor y cuidado ten en cuenta que ¡no es su culpa!
En los últimos años se ha descubierto que el motivo por el cual los niños son quisquillosos con la comida es genético, en especial si se trata de probar cosas nuevas.
Tiene que ver con nuestro pasado prehistórico, cuando los humanos comenzaron a incorporar nuevas plantas a su dieta.
Muchas de esas plantas podían contener toxinas, que en el caso de los niños podían resultar fatales.