La canciller de Ecuador, María Fernanda Espinosa, se convirtió este martes en la primera latinoamericana en ser elegida presidenta de la Asamblea General de Naciones Unidas (ONU).
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Su nombramiento en el puesto, que ocupará durante un año a partir de septiembre, llega con polémica.
Su candidatura generó una disputa diplomática con Honduras, cuya embajadora ante la ONU, Mary Elizabeth Flores, también luchaba por el cargo.
Además, fue objeto de críticas en su propio país.
Espinosa logró el apoyo de 128 países de los 192 con voto, frente a los 62 que obtuvo la hondureña y 2 abstenciones, según informó la ONU.
https://twitter.com/mfespinosaEC/status/1004014391652704257
La nueva presidenta de la Asamblea General, que sustituirá en el cargo al eslovaco Miroslav Lajcak, es ministra de Exteriores de su país desde mayo de 2017.
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También fue ministra de Defensa y ministra coordinadora de Patrimonio Cultural y Natural.
Espinosa es poetisa, ensayista y licenciada en lingüística aplicada, pero posteriormente se especializó en Antropología y estudios amazónicos en cursos de postgrado y máster.
"Quisiera rendir un homenaje especial a las mujeres que luchan cada día por acceder a puestos de trabajo en igualdad de condiciones; a las mujeres y niñas víctimas de la violencia; a las niñas y adolescentes que demandan acceso a información y educación de calidad", indicó la canciller al ser elegida.
Entre sus objetivos, está llevar a cabo una presidencia "de puertas abiertas", en la que actuará como "facilitadora imparcial, objetiva y abierta" y escuchará las posturas de todos los países.
"El fortalecimiento del multilateralismo no es una opción, es una obligación", señaló.
Latinoamérica, dividida
La presidencia de la Asamblea General de la ONU corresponde a una región cada año y en esta ocasión era el turno de América Latina y el Caribe.
Las divisiones entre los países latinoamericanos hizo que rompieran con una tradición y no apostaran por una candidatura única, lo que provocó un enfrentamiento entre Honduras y Ecuador.
El gobierno hondureño asegura que Quito se había comprometido en 2015 a respaldar su candidatura a la Asamblea General de la ONU -a cambio del apoyo de Honduras al ecuatoriano Patricio Pazmiño Freire como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos-, si bien las autoridades ecuatorianas lo niegan.