Daniel Beckwitt, un millonario estadounidense de 27 años, pensaba que podría ser víctima de un ataque nuclear.
PUBLICIDAD
Tenía miedo de las "amenazas internacionales, incluso desde Corea del Norte", según su abogado.
Por ello, decidió construir un búnker debajo de su casa en Bethesda, Maryland, un barrio de clase alta de Washington DC, Estados Unidos.
Para ello contrató a Askia Khafra, un joven de 21 años.
Pero en septiembre de 2017 hubo un incendio en la red de túneles abierta debajo de la casa y el joven trabajador murió.
Beckwitt, que se dedica a la compra y venta de acciones en bolsa, fue acusado de homicidio involuntario.
La sentencia emitida por la corte de Bethesda la semana pasada, lo califica de "asesinato de segundo grado con un corazón depravado" porque dice que Beckwitt actuó con indiferencia despreocupada por la vida humana.