El papa Francisco reconoció haber cometido "graves equivocaciones de valoración" en el caso del supuesto encubrimiento de abusos sexuales por parte del obispo chileno Juan Barros.
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En una carta enviada a la Conferencia Episcopal de Chile, el Sumo Pontífice pidió perdón a todo el que pudiese haber ofendido y dijo sentir "dolor y vergüenza".
Anunció también que se reunirá con "representantes de las personas entrevistadas" que se identificaron como víctimas en la investigación que ordenó sobre el caso a finales de enero.
Además, convocó a los obispos locales a una reunión en Roma para comunicar sus conclusiones sobre la indagatoria sobre Barros, obispo de la ciudad chilena de Osorno desde 2015.
Hace años que el obispo Barros es cuestionado en Chile por sus vínculos con el sacerdote Fernando Karadima, a quien tanto la justicia ordinaria como la eclesiástica consideraron responsable de abuso sexual de menores, perpetrados durante las décadas de 1980 y 1990.
Karadima fue suspendido de por vida de sus funciones y sus víctimas acusan a Barros de ser conocedor de sus crímenes y haberlos encubierto, algo que este último niega.