"Puede ser aterrador, la sangre no solo sale de mi nariz sino que puede fluir por mi garganta y mi boca", dice Nikki Christou, una joven de 13 años que padece malformación arteriovenosa (AVM, por sus siglas en inglés).
PUBLICIDAD
"Si me pongo realmente mal, también sale de mis conductos lagrimales así que lloro sangre en lugar de agua".
El AVM es una acumulación anormal de vasos sanguíneos que usualmente empeora con el tiempo.
Además de poder causar hinchazón y desfigurar a la persona, puede desencadenar derrame cerebral y hemorragias mortales.