Fue de lejos la actuación con menos gracia de las Olimpiadas de PyeongChang, pero el último lugar que logró Elizabeth Marian Swaney en la prueba de medio tubo en esquíes le supo a gloria.
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A fin de cuentas, Swaney cumplió con su único objetivo: ser una atleta olímpica.
Pero su pobre ejecución fue tan llamativamente mala que muchos se preguntaron cómo pudo clasificar la atleta de origen estadounidense a una prueba que se basa en hacer espectaculares acrobacias sobre esquís, algo que mostraron el resto de participantes mientras ella fue incapaz de hacer una sola pirueta.