Faltaban minutos para que terminara el último turno de clase en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas de Florida, Estados Unidos, cuando la alarma de incendio comenzó a sonar.
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En medio de la confusión, empezaron a escucharse disparos. Algunos pensaron que eran fuegos artificiales.
Pero era Nikolas Cruz, exalumno de la escuela de 19 años, armado con un fusil de asalto del tipo AR-15 y muchísima munición: terminó matando a 17 personas, dejó decenas de heridos.
Con la alarma de incendios, los salones de clase comenzaron a ser evacuados. Los profesores se percataron enseguida de que se trataba de un "código rojo" y se apresuraron a regresar a las aulas.
Algunos permanecieron escondidos durante 40 minutos.