El príncipe Enrique de Dinamarca, el esposo de la reina Margarita, murió este martes a los 83 años.
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El año pasado, el controversial príncipe de origen francés había sido diagnosticado con demencia y hace menos de un mes había sido internado en un hospital local por una infección pulmonar.
El comportamiento particular del príncipe le ganó el cariño de un sector del pueblo, pero también muchas críticas entre los daneses.
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Su mayor polémica la protagonizó en 2017 cuando, frustrado por tener el título real de príncipe y no de rey consorte, anunció que no quería ser enterrado al lado de su esposa.
Con ello rompía una tradición de 459 años que establecía que el rey o la reina eran enterrados junto a sus esposos/as.
La reina Margarita aceptó la decisión de su marido.
De acuerdo al relato de la casa real danesa, el príncipe murió "en paz mientras dormía" en el castillo de Fredensborg, ubicado en el norte de Copenhague, al lado de la reina y sus dos hijos, el príncipe heredero Federico y el príncipe Joaquín.