Es la más conocida oración cristiana, memorizada por millones de creyentes y repetida innumerables veces a través de los siglos.
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El Padre Nuestro es, en parte, una conversación directa de los fieles con Dios, en la que se enfatiza la fe en el ser supremo al que se le hacen varias plegarias.
Los evangelios de Lucas y Mateo en la Biblia dicen que fue elaborada por el propio Jesucristo.
Las versiones litúrgicas que se rezan en los diferentes idiomas de los cristianos provienen del latín vernáculo, que a su vez es una traducción del griego y este una traducción del arameo, la lengua de Jesús.
Pero, ahora, el papa Francisco quiere cambiar el Padre Nuestro. Afirma que la interpretación de un verso en particular da una impresión errónea de las acciones de Dios.
"Mala traducción"
El verso en cuestión es "Et ne nos inducas in tentationem", la sexta plegaria del Padre nuestro en latín, que literalmente traduce al español: "Y no nos metas en tentación".