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Haciendo zapatos de plástico, jóvenes de Cali le están haciendo el quite a la pobreza

Jóvenes caleños encontraron en una empresa que produce calzado de plástico una «oportunidad de oro» para salir de la pobreza y comenzar su historia laboral.

«Yo entré a Evacol gracias al programa de los 40.000 empleos del Gobierno, pues como me gradué de 16 años en la mayoría de lugares me pedían la mayoría de edad y experiencia para poder trabajar», dijo Santiago Lucumí, de 19 años.

El joven, quien labora actualmente como operario en la parte de empaque y almacenamiento de la compañía, se vinculó a la fábrica cuando estaba a punto de «quebrarse» por la falta de ingresos económicos luego de buscar empleo durante ocho meses.

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«Cuando llegué aquí me sentía en blanco pero me han enseñado mucho y han fortalecido las cosas buenas que tengo», comentó el muchacho.

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Un caso similar es el de la también operaria Paola Gonzalía, quien ingresó a Evacol mediante el programa ‘Rumbo Joven’, una iniciativa que busca vincular al mundo laboral a los jóvenes de Potrero Grande, uno de los barrios más peligrosos de Cali, azotado por las pandillas y el microtráfico.

«He aprendido mucho sobre organización y presentación”, señaló Gonzalía, para quien además resulta gratificante aportar dinero a su hogar y alejarse de los problemas sociales que la rodean.

Evacol fue creada en 2006 por Antonio Wang, quien se ha empeñado en innovar en los diseños, que ya suman 200 modelos diferentes, una empresa que podría «ser una competencia codo a codo» con la fabricante estadounidense Crocs, líder en el mercado mundial de los populares zapatos de goma.

Desde que comenzó operaciones, para la compañía ha sido fundamental apoyar a la juventud caleña en la entrada en el mercado laboral como parte de su responsabilidad social.

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«Desde el inicio de Evacol hemos trabajado la parte humana para que se extienda a las familias de nuestros empleados, haciendo programas de fortalecimiento personal y espiritual con psicólogos», aseguró por su parte la gerente administrativa, Ximena Muñoz.

De hecho, el encargado de la orientación del personal de planta en Evacol, Ceferino Tunjo, aclaró que la empresa está interesada en incentivar el empleo por lo que siempre busca «personas responsables que al mismo tiempo se puedan moldear con los valores de la compañía».

La firma colombiana, que tiene presencia en Ecuador, Perú, República Dominicana, Costa Rica, Chile y Estados Unidos, y que pronto comenzará a vender sus productos en México, genera actualmente 400 empleos directos y 1.200 indirectos. Muchos de ellos, entre muchachos de zonas marginales con ganas de progresar.

Para las directivas de la empresa, que facturó el año pasado US$8 millones, «es una gran satisfacción ver a estas personas crecer profesional y personalmente gracias a la orientación recibida».

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