Cali

Con obras en Paso del Comercio avanza Plan Jarillón en el oriente de Cali

Fondo de Adaptación le pide a la Alcaldía de Cali acelerar reubicación de habitantes del jarillón. Obras deben ser terminadas en 2019. Este es el panorama.

EN CIFRAS
$21.500

costaron las obras dela renovada estación de bombeo de Paso del Comercio, una de las obras del Plan Jarillón para proteger a Cali de eventuales inundaciones por crecientes del río Cauca.

LAS VOCES
CRISTINA ARANGO, GERENTE DE EMCALI

«En lo que queda del año esperamos empezar las obras de la bocatoma de Puerto Mallarino y el próximo año la de la PTAR. Son obras similares a estas compuertas que se hicieron acá y están encaminadas a mejorar la forma como se recolecta el agua para evitar nuevas inundaciones». 

En 2011, la Comuna 6 y gran parte del oriente de Cali se inundó gravemente debido a que las aguas del río Cauca, cuyo caudal estaba crecido por la temporada invernal, se devolvieron por los canales de agua lluvia que desembocan en el afluente.

No obstante, con la recién inaugurada estación de bombeo de Paso del Comercio, la vulnerabilidad de inundación en dicho sector de la ciudad disminuirá casi que totalmente.

Con una inversión de más de $21.500 millones, la Alcaldía de Cali, junto a Emcali, la CVC y el Fondo   de Adaptación del Gobierno Nacional, entregaron a la comunidad esta importante obra, como parte del macroproyecto del Plan Jarillón.

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El alcalde Maurice Armitage indicó que, topográficamente, Paso del Comercio es el punto más bajo de Cali, por ende, es el que más riesgo corre de sufrir inundaciones. “Lo que se trata es de controlar las aguas que le llegan a la ciudad por este lado de acá, tanto las que vienen por el propio río Cauca, como las que llegan por lluvias y los canales que desaguan por este lado”, señaló.

Cristina Arango, gerente de Emcali, agregó que la obra permite reaccionar en momentos extremos, cuando el río Cauca aumenta su nivel y mitigar sus efectos en la ciudad.

“Cuando suben los niveles, las compuertas evita que se devuelva el río hacia el canal de agua lluvia, como ocurrió en el año 2011. Esto evitará que se inunden barrios como Paso del Comercio, Calimío Norte, San Luis y Floralia, entre otros”, señaló Arango.

Gracias a la nueva estación de bombeo, añadió Iván Mustafá, gerente del Fondo de Adaptación, se evita también que las aguas negras se devuelvan por las cañerías hacia los hogares, “llevando malos olores, creando más ratas, cucarachas y enfermedades en esta zona”.

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La estación de bombeo de Paso del Comercio y sus compuestas hacen parte del Plan Jarillón, el ambicioso macroproyecto de $1 billón con el que la Nación, el Departamento y el Municipio esperan retirar más de 7600 familias que permanecen asentadas sobre el dique, para reforzarlo en zonas vulnerables.

En reiteradas ocasiones, las autoridades han aseverado que esta obra es fundamental para el futuro de Cali, puesto que, en caso de que el jarillón se fracture o se rompa, por lo menos el 40% de la ciudad se inundaría, afectando directamente a unas 900.000 personas del oriente, nororiente y suroriente de la capital vallecaucana, cuyas viviendas quedarían anegadas.

La ruptura del jarillón también afectaría el resto de la parte plana de Cali, un 80% de la ciudad, pues se prevé que dicha zona se quedaría sin agua potable puesto que el desbordamiento del Cauca afectaría las plantas de Emcali sobre la margen del río.

El director de la CVC, Rubén Darío Materón, recordó que el jarillón tiene una extensión de 26 kilómetros. “En este momento estamos reforzando un tramo de la margen izquierda del sector sur, correspondiente a 6,7 kilómetros del jarillón. Las obras van avanzando y las excavaciones tienen un avance del 78% y la conformación de dique tiene un porcentaje de un 43%. Hemos construido la pantalla impermeable por el eje del dique en un tramo de 1,2 kilómetros lineales. Estas obras estarían listas en febrero del 2017”, dijo.

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El Plan Jarillón consta de una serie de reforzamientos que se harían sobre el dique, no obstante, para poder intervenirlo primero es necesario reubicar a las más de 5000 familias que todavía viven de manera informal sobre esta margen del río Cauca.

Sobre la reubicación, Mustafá recordó que es responsabilidad de la Alcaldía de Cali llevarla a cabo antes de que culmine el año 2018. La Nación tiene habilitados $700.000 millones para el Plan. “Tenemos la urgencia de intervenir los 19 kilómetros restantes, debemos reubicar esas familias para comenzar las obras en el dique. Es decir, 5000 familias no pueden poner en riesgo más de dos millones de habitantes que tiene Cali”, enfatizó el funcionario.

Armitage dijo que este año se seguirán reubicando familias, sin embargo, recalcó que persisten problemas con los pobladores del jarillón, quienes se rehúsan a abandonar sus casas. “Hay problemas, por supuesto, hay gente que no quiere y otra que sí. Pero yo estoy seguro que con los días y con el tiempo, con el trabajo social que estamos haciendo, la gente va a entender que es por el bien de todos”, subrayó el mandatario.

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Hasta la inauguración de la obra se acercaron varios de los habitantes del jarillón, quienes le pidieron al Alcalde que visitara sus hogares para comprobar en qué estado es que viven sobre el dique. Uno de ellos fue Simón Gaitán, vecino del sector conocido como Las Vegas-Venecia.

“Todos sabemos que tenemos que salir del jarillón, pero con una reubicación digna. Aquí en el jarillón hay gente que lleva muchos años viviendo y que genera mucho empleo. Acá hay unidades productivas como marraneras, moledoras de plástico, fábricas de trapeadores y escobas. Eso hay que solucionarlo todo”, señaló el habitante de la zona.

“Si a nosotros nos legalizaron con acueducto y energía, hace más de 40 años, ¿por qué nos quieren sacar ahora diciendo que no somos dueños de nada ahí? Eso es arbitrario. Le pedimos al Alcalde que no nos vaya a desalojar con el Esmad”, concluyó Gaitán.

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