Continúa saliendo a la luz pública varios detalles del secuestro y liberación de Lyan Hortúa, el menor que fue secuestrado por un grupo de las disidencias de las Farc en Jamundí.
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En un principio las autoridades y la opinión pública consideró que se trataba de hecho extorsivo en el que los captores le pedían una alta suma dinero a la familia, pues cuando se liberó al niño, Antonio Cuadros, primo del padrastro de Lyan, fue quien se encargó de llevar el dinero a los delincuentes, revelándose que fueron alrededor de 4.000 mil millones de pesos lo que pagaron por el rescate.
Lamentablemente, al día siguiente de ser liberado el menor, Antonio Cuadros fue asesinado en Cali.
En ese momento se empezó a especular, pero Semana pudo establecer a través de información con la Policía, que detrás del secuestro hubo una presunta deuda de narcos.
¿Quién fue el padre biológico de Lyan?
Luego de pagar la alta suma de dinero a las disidencias y el posterior asesinato del primo del padrastro de Lyan, se estableció que el padre biológico del niño de 11 años era nada más y nada menos que José Leonardo Hortúa, un importante cabecilla narcoparamilitar conocido con el alias de ’Mascota’ o ‘Mochacabezas’.
Hortúa era el segundo al mando de la organización criminal ‘Los Rastrojos’, encargado de la seguridad del capo Diego Pérez Henao, alias ‘Diego Rastrojo’.
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El padre de Lyan le sirvió de testaferro a este importante capo, sin embargo fue asesinado en 2013 y Diego Rastrojo fue capturado y extraditado a los Estados Unidos.
Se pudo conocer que la deuda en bienes y dinero efectivo de José Leonardo Hortúa al líder de los Rastrojos redondeaba los 37 mil millones de pesos. Pero tras la muerte de su esposo y la captura de Diego Henao, la viuda y madre de Lyan, Angie Bonilla, se quedó con la plata y las propiedades.
Pero una vez empezaron a recobrar la libertad integrantes de Los Rastrojos, ellos empezaron a solicitarle a la mujer devolver los bienes y el dinero que les adeudaban; sin embargo parece que se negó.
De ahí presuntamente radica la razón por la que secuestraron a Lyan, hijo de alias ‘Mascota’.
Ocultaron información a las autoridades
Semana nuevamente pudo establecer que tanto la madre de Lyan, como el padrastro del niño, llamado Jorsuar Suárez, habrían ocultado información a las autoridades cuando el menor se encontraba secuestrado.
En primera medida, no quisieron decirle a la Policía la presunta verdad del secuestro de Lyan, días después la información se filtró. Además el mismo medio anteriormente citado, estableció con las autoridades, que los padres del menor les negaron la entrada a la mansión que tienen ubicada en Potrerito.
La Policía hizo la petición con el objetivo de inspeccionar el lugar en el que fue secuestrado el niño.
Las excentricidades del padrastro y la madre de Lyan
Más sospechoso se empezó a poner el caso, cuando en redes sociales se filtró en primer lugar el lucrativo negocio que tenían los padres del niño: una lujosa joyería situada en Cali.
Videos e imágenes mostraban a Jorsuar Suárez con cantidades exorbitantes de dinero en efectivo, igualmente a Angie Bonilla, quien en Instagram se hacía llamar Barbie Vanessa. La mujer mostraba impresionantes cadenas con un valor que sobrepasaba los 100 y 200 millones de pesos.
El padrastro aseguró ante medios de comunicación: “Quiero dejar claro que soy comerciante, llevo más de 12 años en nuestra empresa legal. No tengo inconvenientes ni involucro a nadie que no tenga que ver con el comercio”.
Por su parte, la madre del menor, aseveró:
“Somos una familia honesta. No tenemos deudas ni ningún negocio ilícito, somos personas del común”.
Semana confirmó que tanto Jorsuar Suárez como Angie Bonilla no fueron al velorio de Antonio Cuadros. Estarían pidiendo protección y contemplan la posibilidad de salir del país.