Durante las actividades técnicas realizadas en septiembre de 2024, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) llevó a cabo una serie de mediciones en el río Amazonas, con el fin de monitorear el comportamiento de sus niveles y caudales. Los estudios, realizados en tres estaciones hidrológicas ubicadas entre Leticia y Puerto Nariño, mostraron una significativa reducción en los niveles del río y en la velocidad de su flujo, en comparación con los datos obtenidos en abril del mismo año. Toda esta crisis se da días antes de la llegada del evento de la biodiversidad en Cali.
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Para obtener mediciones precisas, se utilizaron equipos perfiladores acústicos de corrientes (ADCP), que permitieron registrar una disminución cercana a los 11 metros en los niveles del río, así como una drástica reducción del 64% en la velocidad del agua en la estación de Nazareth. En esta estación, la velocidad pasó de 1,65 metros por segundo en abril a 0,61 metros por segundo en septiembre.
Además, el caudal registrado en septiembre fue de 8428 m³/s, lo que refleja una disminución del 82% en comparación con los 44.711 m³/s medidos en abril. Estos datos se alinean con la tendencia histórica de fluctuaciones en el río Amazonas, pero la magnitud del descenso ha generado nuevas preocupaciones sobre el comportamiento futuro de los caudales. El descenso registrado en septiembre es el más bajo históricamente, lo que sugiere una situación crítica para las poblaciones y ecosistemas que dependen del río.
El ingeniero Jorge González, especialista del IDEAM, indicó que esta significativa disminución en los caudales se debe a una temporada de lluvias excepcionalmente baja en la región. González señaló: “Los monitoreos adelantados en el río Amazonas dan cuenta de una temporada particularmente escasa de precipitaciones, con fuerte incidencia en la disminución de los caudales”.
Recomendaciones para la comunidad y autoridades
Ante la crítica situación, el IDEAM ha emitido una serie de recomendaciones dirigidas a las autoridades locales y regionales, así como a la población en general:
- Activación de planes de emergencia: Se solicita a los consejos departamentales y municipales de gestión del riesgo y a las autoridades ambientales mantener activos los planes de prevención y atención de emergencia, ante la posible escasez de productos alimenticios y agua potable en la región.
- Preparación de los sistemas de acueducto: Los sistemas regionales y locales de acueducto deben estar preparados para atender posibles eventos de desabastecimiento de agua potable, disponiendo de los elementos necesarios para una respuesta oportuna.
- Atención a los comunicados del IDEAM: Se recomienda a la comunidad estar atenta a los comunicados e información emitida por el IDEAM, así como a las indicaciones de las autoridades locales y municipales de emergencia.
- Monitoreo y mantenimiento de acueductos rurales: Se sugiere monitorear el estado de los acueductos en zonas rurales y realizar mantenimiento preventivo para evitar interrupciones en el servicio de agua potable.
- Precauciones en la navegación: Para quienes naveguen por el río Amazonas y sus afluentes, especialmente embarcaciones menores, se aconseja seguir las recomendaciones de las Capitanías de Puerto y estar atentos a las alertas hidrológicas emitidas diariamente.
- Evitar riesgos en los márgenes de los ríos: No se recomienda acercarse a los márgenes de los ríos ni intentar cruzarlos durante lluvias fuertes, para evitar accidentes.
El IDEAM informó que continuará con el monitoreo exhaustivo del comportamiento del río Amazonas, reforzando la toma de datos en tiempo real. Estos estudios permitirán evaluar las implicaciones a corto y largo plazo de las fluctuaciones en los caudales, y se hace un llamado a las entidades del Sistema Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres y al Sistema Nacional Ambiental para que estén preparadas y activen los planes de contingencia si la situación lo amerita.
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La Defensoría del Pueblo ha emitido un llamado urgente a las autoridades locales, regionales y nacionales, así como a las comunidades, para tomar medidas que mitiguen los efectos de la sequía y el desabastecimiento de agua que afecta al río Amazonas y sus afluentes. Según el IDEAM, la disminución en los niveles del río, registrada desde agosto de 2024, está impactando tanto la seguridad alimentaria de las comunidades ribereñas como la posibilidad de incendios de vegetación.
La Defensoría del Pueblo, que acompaña a las comunidades afectadas para garantizar su derecho a la prevención y atención de desastres, advierte que la región amazónica, altamente biodiversa pero vulnerable, se enfrenta a graves amenazas por la variabilidad climática. Factores como el cambio climático, la deforestación y el calentamiento global han exacerbado la situación, por lo que se requiere la activación de alertas tempranas y medidas preventivas por parte de las autoridades ambientales.
En respuesta a la sequía, los municipios de Leticia y Puerto Nariño han declarado la alerta amarilla y una situación de calamidad pública, con acciones coordinadas por los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo y Desastres (CMGRD). Estas medidas buscan enfrentar los efectos de la disminución del caudal del río, que afecta tanto a los asentamientos urbanos como a los ecosistemas de la región.
La Defensoría del Pueblo ha participado en el Consejo Departamental de Gestión del Riesgo y en la Mesa Agroclimática Departamental, en coordinación con la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) y la FAO. Además, ha brindado asesoría jurídica al cuerpo de bomberos voluntarios del Amazonas y acompaña a las comunidades indígenas afectadas por la sequía.
Finalmente, la Defensoría sigue instando a las alcaldías de Leticia y Puerto Nariño a realizar jornadas de divulgación sobre los riesgos y planes de contingencia, destacando que la gestión del riesgo es un derecho y responsabilidad compartida.
