La dramática última llamada de auxilio de la subteniente María Camila Mora se ha convertido en el punto más revelador y doloroso de la investigación por su asesinato dentro del Cantón Norte, un hecho que ha conmocionado al país y que sigue generando interrogantes sobre las circunstancias que rodearon la tragedia. Según el abogado de la familia, Luis Leyva, esa comunicación —ocurrida minutos antes de su muerte— fue la alerta desesperada de una joven que trató de escapar de un agresor que conocía: el capitán Pablo Masmela, señalado como el responsable del crimen.
De acuerdo con Leiva, el miércoles 26 de noviembre la oficial llegó en su vehículo al Cantón Norte con la intención de recoger a una amiga, también oficial. En ese momento, el capitán Masmela la interceptó de manera repentina. La oficial testigo relató que él obligó a Mora a regresar a su carro y la condujo hacia un punto más aislado del complejo militar. Fue allí cuando ocurrió la llamada que hoy se convirtió en la pieza central del caso: la joven alcanzó a comunicarse con su amiga, pedir auxilio y gritar en medio del evidente estado de peligro.
La testigo, al escuchar la súplica, corrió para ayudarla, pero tuvo que rodear parte del área para llegar al parqueadero. Mientras avanzaba, escuchó varias detonaciones que confirmaron sus peores temores. Al abrir la puerta del vehículo, encontró una escena devastadora: humo saliendo del arma de fuego y los dos cuerpos sin vida. Según la hipótesis inicial, el capitán habría disparado contra la subteniente y luego se habría quitado la vida.
Testigo rompe el silencio sobre el asesinato en el Cantón Norte: la señal que lo cambió todo
Este hecho, ya de por sí desgarrador, se inscribe en un patrón de tragedias que ha perseguido a la familia de la joven oficial. El abogado Leyva explicó que la subteniente y su hermano quedaron huérfanos cuando eran apenas unos niños, luego de que sus padres fueran asesinados en hechos también relacionados con la violencia. Desde entonces, fue un tío quien asumió la crianza de ambos. “La familia de María Camila Mora es una familia reducida por la misma violencia”, dijo el abogado, subrayando el impacto acumulado de estas pérdidas.
Ante la magnitud del dolor, los familiares han decidido convertir esta tragedia en un llamado nacional contra la violencia hacia las mujeres, especialmente dentro de instituciones que deberían protegerlas. Aunque reconocen el acompañamiento brindado por el Ejército, la familia adelantará acciones legales en busca de una reparación integral. Parte de la indemnización, aseguraron, será destinada a la creación del Premio Nacional María Camila Mora, un reconocimiento anual que exaltará la labor y el liderazgo de las mujeres militares en el país.
Este homenaje busca que el nombre de la subteniente no quede ligado únicamente a la tragedia, sino también a la defensa de los derechos de las mujeres en las Fuerzas Armadas. Al preservar su memoria, su familia aspira a transformar el dolor en una causa que inspire cambios profundos y evite que otras uniformadas enfrenten el mismo destino.

