El alcalde Carlos Fernando Galán y la gerente del Acueducto, Natacha Avendaño, anunciaron que el sistema hídrico que abastece al 70 % de la capital y a once municipios aledaños alcanzó los niveles meta. Según el reporte oficial del 12 de junio, Chingaza llegó al 70 %, mientras que Chuza superó el 71 %. Son cifras que no se veían desde finales de 2022.
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Especialistas del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) atribuyen la recuperación a las intensas lluvias registradas en las cuencas altas de los ríos Guatiquía y Blanco durante mayo y junio. Sin embargo, también destacan el impacto del plan de racionamiento implementado en abril de 2024, que redujo la demanda diaria en casi 1,4 m³/s.
Qué sigue: uso responsable y monitoreo constante
Aunque los embalses están en “zona segura”, el Distrito mantendrá la vigilancia hidrológica diaria y campañas de uso eficiente. Avendaño recordó que el próximo fenómeno de variabilidad climática podría volver a tensionar el sistema. “La meta es estabilizar la demanda en 15 m³/s para garantizar reservas más robustas”, puntualizó.
Entre las medidas posracionamiento se incluyen:
- Actualización de alertas tempranas en la app “Mi Acueducto”.
- Programas de recirculación de agua industrial para grandes consumidores.
- Incentivos en la factura para hogares que mantengan consumo por debajo de 11 m³/mes.
Finalmente, Bogotá pasa la página de la sequía más severa en dos décadas, pero la experiencia deja claro que la disponibilidad del recurso sigue siendo frágil. “El agua es finita; si el 2024 nos obligó a contar segundos bajo la ducha, el 2025 debe recordarnos que cada gota ahorrada retrasa la próxima emergencia”, sentenció Galán.