Restan menos de dos semanas para que la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, entregue la administración a su sucesor, Carlos Fernando Galán, elegido por el Partido Nuevo Liberalismo con el 45 % de los votos.
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Tras más de 100 reuniones, los políticos dieron por terminado el proceso de empalme donde por un mes mantuvieron reuniones con los actuales secretarios y aliados de Bogotá, tanto a nivel nacional como internacional.
Precisamente al terminar cuatro años de su administración, la alcaldesa ha entregado en los últimos días su balance en términos de logros, pero también los retos y momentos más difíciles que pasó.
Y uno de esos momentos, dijo, fue a nivel personal. En 2020, López y su esposa, la senadora Angélica Lozano, iban a ser mamás y con ilusión, vivieron el proceso de embarazo de la congresista.
Sin embargo, a inicios de 2021 y cuando la mandataria de la capital se encontraba de vacaciones con su pareja, tuvo que regresarse ante los cuestionamientos por haberse tomado unos días en medio de la crisis por la pandemia.
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“Todo el mundo me hizo un escándalo porque me había ido de vacaciones. Yo no había contado porque era una cosa íntima y estaba empezando apenas. Fue tal el escándalo que suspendimos las vacaciones”, contó para el programa de Los Informantes.
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Pero sin esperarlo y con 11 semanas de gestación, Lozano perdió el bebé y con ello un duelo brutal para ambas.
Así recordó Claudia López como sus secretarios la ayudaron tras perder un bebé con Angélica Lozano
En medio de esta pérdida, la alcaldesa Claudia López, contó que tuvo que seguir trabajando, pero mentalmente le era imposible estar presente en su rutina profesional.
“Todos los días de mi vida me levanté por lo menos a las 5:00 de la mañana, y trabajé, por lo menos, hasta las 10:00 de la noche, sin problema; solo un día no fui capaz de volver a la oficina, el día que fuimos al médico y perdimos al bebé. No me dio el alma, no pude”.
Y es que López, tuvo que apoyarse en sus secretarios para dar declaraciones a la prensa evitar cualquier exposición pública. “Le dije a todos los secretarios que me ayudaran a explicar todo lo que hubiera que explicar porque yo estaba en un duelo, tengo el alma rota, de cada cosa que haga voy a terminar llorando y pues eso no es lo que ciudad necesita. Yo tenía derecho a tener ese dolor y tragedia, pero mi ciudad necesitaba liderazgo, y en ese momento no podía transmitir eso delante de una cámara”.