Barranquilla

De mototaxista a talentoso tatuador hiperrealista

El barranquillero Ronald Horta fue escogido como uno de los 12 mejores tatuadores del país en el listado de BuzzFeed en Español. En la actualidad lo siguen 13 mil fanáticos en Instagram. Maneja una agenda de tres meses de citas programadas y ha estado en encuentros de tatuajes en Venezuela y México.

El barranquillero Ronald Horta fue escogido como uno de los 12 mejores tatuadores del país en el listado de BuzzFeed en Español. En la actualidad lo siguen 13 mil fanáticos en Instagram. Maneja una agenda de tres meses de citas programadas y ha estado en encuentros de tatuajes en Venezuela y México.

Varias pistolas para tatuajes suenan quemando la piel. Es una tarde de sábado y luego de varias citas postergadas por sus múltiples compromisos, el tatuador barranquillero Ronald Horta, atiende esta entrevista de PUBLIMETRO en su taller, Fine Art Tatto, ubicado sobre la calle Murillo. “Es muy extraño hablar de mí en esta primera entrevista”, confiesa.

Horta comparte este estudio dedicado al arte corporal con otros dos tatuadores de la ciudad. En la sala, el artista es esperado por una joven y un chico que no tienen prisa para obtener un turno. “Que Horta te haga un tatuaje es un privilegio”, asegura la joven con vehemencia.

Hace cinco años el barranquillero cambió su oficio de mototaxista para dedicarse a su pasión por el tatuaje. “Me decían que estaba loco y mira hasta dónde ha llegado esta locura”, declara.

Recomendados

Dibujante por herencia

El tatuador hace un recuento del pasado. “El dibujo nace en mí por herencia de mi padre que también dibujaba”, recuerda. Cuando tenía 8 años participó en un concurso de dibujo llevándose el primer lugar con el que se ganó una bicicleta roja. De allí continuó su destreza en este arte pero en papel. “Una cosa es dibujar y otra cosa es pintar en la piel”, aclara.

El tatuador sostiene que su aprendizaje de este arte fue de manera autodidacta durante largas horas de lectura y viendo videos por internet. “Fue en la web que me di cuenta de las máquinas y me dije: voy a intentarlo y aquí estoy”.

Un cambio de vida

El destino y la falta de oportunidades obligaron al artista a dedicarse de lleno al mototaxismo en Soledad. “Yo manejaba moto y tatuaba al mismo tiempo. Al año y medio de haber empezado tenía mucho trabajo de tatuaje”.

Ronald tuvo que decidir entre seguir una profesión que no lo llenaba y su pasión por este arte. “Hubo días en que me tocaba parar la moto y de lo que me ganaba con el tatuaje pagaba la tarifa de la motocicleta”.

Finalmente se decidió y desde entonces no hubo un paso atrás en su carrera. “Hablé con la mamá de mis hijos y le dije: las dos cosas no las puedo hacer o me dedico a mi arte o a la moto y me decidí por eso y fue duro. Tuve semanas en que no hallaba dónde ponerme”.

Un rostro surrealista

El tatuaje que más ha significado para Ronald fue uno que realizó del rostro del artista español Salvador Dalí. “Fue el primer concurso que gané y de allí en adelante las cosas cambiaron bastante para mí”.

A sus 32 años el barranquillero le ha hecho tatuajes a cantantes como Sonny de Sonny & Vaech y al jugador de Colombia David Ferreira. Hasta el momento no ha llegado hasta su taller ningún cliente arrepentido.

Del tiempo que se demora haciendo un tatuaje dice que depende del diseño o el motivo. “Hay rostros que me demoro en hacer y también depende de la piel. Hay unos que los saco en 4 horas y otros en 9 horas”.

Sueña con conocer a otros maestros del tatuaje como Nikko Hurtado y Samoa Ink y tener la oportunidad de buscar una visa hacia Estados Unidos que lo lleve a La Meca del tatuaje.

Sobre aparecer en la lista de BuzzFeed dice que “eso me ha ayudado full en Instagram cuando salió la primera publicación gané muchos seguidores y no han parado de llegar”, concluye

También puede leer: Los tatuajes más sexys de los famosos colombianos

Para leer: Querrán hacerse un tatuaje blanco luego de ver estos diseños

Le puede interesar: Tatuajes de los narcos colombianos

Tags

Lo Último

Lo que debe saber


Te recomendamos