Un hecho de violencia armada sacudió a la ciudad de Santa Marta en la madrugada del sábado 17 de mayo, cuando sicarios armados con fusiles atacaron una vivienda en el barrio San José del Pando, dejando un saldo trágico: una mujer de 92 años muerta y dos de sus familiares gravemente heridos.
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El ataque, ocurrido hacia las 4:30 a. m., habría tenido como objetivo a un hombre conocido con el alias de ‘el Mono’ Ulloa Manga, quien no se encontraba en el lugar al momento del atentado. Según las autoridades, al no encontrar a su objetivo, los agresores dispararon indiscriminadamente contra la casa, en donde dormía una familia entera.
Violencia en Santa Marta: mujer de 92 años muere en ataque dirigido a presunto delincuente
En medio del tiroteo fue asesinada Inés Mercedes Manga Rodríguez, una mujer reconocida en la comunidad por su alegría y vitalidad, incluso a su avanzada edad. Videos difundidos en redes sociales la muestran bailando con entusiasmo, especialmente champeta, género que disfrutaba con frecuencia.
Durante el ataque también resultaron heridos su nieta, María Claudia Ulloa Correa, y su bisnieto de 10 años, Jefferson, quienes fueron trasladados de urgencia a un centro médico, donde permanecen bajo observación médica.
Testigos afirman que durante el atentado se escucharon al menos veinte disparos, seguidos por el sonido de varias motocicletas alejándose del lugar a gran velocidad. Minutos después, los vecinos salieron a socorrer a la familia y se encontraron con la escena devastadora: la anciana muerta en su cama, alcanzada por las balas, y sus familiares gravemente heridos.
Las autoridades investigan si el ataque está relacionado con una venganza criminal. De acuerdo con los reportes, ‘el Mono’ Ulloa Manga estaría vinculado con grupos delincuenciales y habría sido blanco de otros atentados en el pasado. En diciembre de 2023, sus hijos Carlos e Iván Herrera fueron asesinados en circunstancias similares.
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Este nuevo acto de violencia reaviva la preocupación de la comunidad samaria por el accionar de las bandas armadas y deja en evidencia la necesidad urgente de fortalecer la seguridad en los barrios más afectados por el crimen organizado.
