Pocas eran las probabilidades para que dos hombres de ciudad, pudieran sobrevivir tras un accidente en parapente a cinco mil metros de altura en el pico Colón, el más alto del sistema montañoso de la Sierra Nevada de Santa Marta. Los organismos de socorro desde la capital del Magdalena, Barranquilla, Bogotá y Antioquia lucharon contra las horas y el implacable paso del tiempo durante seis días temiendo lo peor y sin saber que la sabiduría del milenario pueblo Arhuaco estaba obrando con sus conocimientos ancestrales, ayudando como los “hermanos mayores” de estos hombres para lograr su supervivencia.
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Un tortuoso rescate en la Sierra Nevada
Toda esta odisea comenzó el pasado miércoles 13 de marzo cuando la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), la Fuerza Aérea Colombiana respondieron al llamado de una importante misión de búsqueda y rescate de los hombres accidentados. Ante esta emergencia, el Comando Aéreo de Comando No. 3 en Barranquilla desplegó dos aeronaves de vigilancia y reconocimiento para localizar a los heridos en esta zona de difícil acceso terrestre y llevar a cabo la operación de rescate.
Después de seis días y cinco noches atrapados en la Sierra Nevada, el parapentista Julio Bermúdez, quién se estrelló con su equipo de vuelo contra las paredes del pico Colón y el guía Santiago Aparicio fueron rescatados por la Fuerza Aérea Colombiana y fueron trasladados a Barranquilla para recibir atención médica.
El médico Bermúdez resultó gravemente herido durante el incidente, sufriendo la fractura de clavícula y un brazo mientras intentaban descender de la montaña.
En colaboración con el Centro Nacional de Recuperación de Personal (CENRP), el Comando Aéreo de Transporte Militar (CATAM) trasladó a tres rescatistas calificados de la Cruz Roja Colombiana y equipos de salvamento en una aeronave King-350 hasta el CACOM 3, donde se estableció una mesa de coordinación de emergencia. Por su parte, el Comando Aéreo de Combate No. 5 envió un helicóptero UH-60 Black Hawk desde Rionegro, Antioquia, con tripulación especializada para realizar la inserción de los rescatistas en la zona montañosa y brindar apoyo en tierra durante la misión de búsqueda y rescate.
La Fuerza Aérea Colombiana proporcionó kits de supervivencia con suministros básicos para los heridos, los cuales fueron lanzados desde el helicóptero en puntos estratégicos, teniendo en cuenta las condiciones adversas de la zona. Dada la altura y las difíciles condiciones topográficas del lugar, se planificó la inserción de personal experto a una altitud de 13.000 pies para facilitar el traslado de los heridos al helicóptero.
Montañistas de Suesca se unieron al rescate
Pero al tercer día de la búsqueda todavía no podían acceder al lugar del accidente porque estaba en sitio remoto y de difícil acceso con las aeronaves. Incluso un grupo de montañistas de Suesca en colaboración con la Cruz Roja se unieron a la búsqueda, pero fue gracias al pueblo Arhuaco que pudieron dar con el lugar del campamento de los accidentados.
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De los dos hombres rescatados, el montañista Santiago Aparicio fue el menos afectado físicamente y es por eso que fue el primero en entregar declaraciones, destacando el papel de la Fuerza Aérea Colombiana.
“Muchísimas gracias para la Fuerza Aérea Colombiana. Sin su trabajo no hubiese sido posible sobrevivir tantos días en la montaña, fueron seis días y cinco noches a 5.500 metros sobre el nivel del mar y esas raciones fueron lo más importante”, afirmó Aparicio, quien no es parapentista, sino guía montañista.
Los “hermanos mayores” protegieron a los hombres accidentados
Entre las declaraciones entregadas también Aparicio agradeció al pueblo Arhuaco quienes se encargaron de rescatarlos y protegerlos en la extracción por sus conocimientos del terreno.
“Sin los Arhuacos no hubiese sido posible la extracción hoy porque la verdad estábamos muy lejos. Ayer nos encontraron casi a los 4.600 metros y comenzaron a descender con Julio (Bermúdez). Entonces creo que el grupo de los Arhuacos, los indígenas, fue fundamental en ese rescate”, detalló Aparicio.
Sobre cómo sobrevivieron tantos días a bajas temperaturas, el montañista explicó el proceso para alimentarse e hidratarse en condiciones extremas. “Fue la esperanza más grandiosa porque no teníamos cómo sobrevivir a esa altura. Pero fueron claves unas mantas térmicas, unas mantas quirúrgicas, la comida, unos hidratantes y la carpa no llegó en buen estado, pero sirvió como refugio todas estas noches”.
Después del éxito de la operación de rescate, el Comandante del CACOM 3, Howar Cortés, le entregó a Bermúdez y Santiago Aparicio la emblemática moneda ‘Un Ángel de Metal me salvó la vida’, para inmortalizar el momento.
Finalmente los parapentistas extraviados en la Sierra Nevada de Santa Marta fueron encontrados por los equipos de rescate. La noticia de su localización trajo alivio a sus familiares y amigos, quienes habían estado esperando con ansias noticias sobre su paradero.
Los excursionistas fueron rápidamente trasladados a Barranquilla, donde recibieron atención médica inmediata. El padre de Santiago Aparicio, uno de los parapentistas, expresó su gratitud por el trabajo de rescate y la preparación de su hijo para situaciones como esta. Se espera que se recuperen por completo con el cuidado adecuado.
El secretario de Gobierno de Santa Marta, Camilo George, explicó que el terreno difícil y remoto había complicado las labores de rescate, pero finalmente se logró descender a un punto accesible para el helicóptero de transporte.
Parte médico de parapentistas rescatados en la Sierra Nevada y llevados a la Clínica Porto Azul en Barranquilla
“Nos permitimos informar a la opinión pública y medios de comunicación interesados sobre el estado de salud de los pacientes Julio Bermúdez y Santiago Aparicio.
El paciente Julio Bermúdez, actualmente presenta una fractura de radio y clavícula derecha, así como un trauma de tórax cerrado. En este momento, su condición médica es estable y se encuentra bajo evaluación multidisciplinaria por parte de nuestro equipo médico para determinar la mejor opción para su recuperación.
Por otro lado, el paciente Santiago Aparicio se encuentra en evaluación médica, y su condición actual no presenta ningún riesgo para su salud. Estamos monitoreando de cerca su progreso y continuaremos brindándole el cuidado necesario.
Agradecemos el interés y la preocupación de la comunidad en la salud de nuestros pacientes. Desde Clínica Portoazul Auna, estamos comprometidos en proporcionar la mejor atención médica posible”.
La cifra: A 4.600 metros de altura en un lugar remoto y de difícil acceso se accidentaron un parapentista y un montañista en la Sierra Nevada de Santa Marta.