El pasado domingo en la noche, Alejandro Garrido Molina, de 45 años, presuntamente asesinó a puñaladas a su esposa Johana Ramírez Rodríguez y a su hijo, un menor de cinco años, y luego se quitó la vida.
Los hechos habrían ocurrido en el apartamento 302 del edificio Balcones del Sol, ubicado en el sur de El Rodadero. Sin embargo, vecinos del lugar aseguraron no haber escuchado ni gritos ni ruidos extraños.
Por esta razón, las autoridades creen que Garrido habría usado almohadas para tapar la cara de sus familiares mientras realizaba el crimen.
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El coronel Francisco Gelvez Alemán, comandante (e) de la Policía en Santa Marta aseguró, de acuerdo con el diario El Heraldo, que “en un comienzo se supuso que habría sido un triple crimen cometido por delincuentes, quizás para robar, pero al cabo rato las evidencias nos llevaron a manejar la nueva hipótesis”.
El hallazgo
Una llamada en las horas de la tarde de este lunes alertó a la Policía de un penetrante olor a sangre en el apartamento donde la familia vivía desde hace poco más de un año.
Los investigadores encontraron cocaína, aguardiente, cervezas y pastillas para pacientes con esquizofrenia en el lugar, por lo que se presume que Garrido cometió el delito bajo los efectos de uno o varios de estos productos.
El cuerpo del hombre y del menor fueron encontrados sobre la cama, con cinco heridas cada uno, y el de la mujer en una colchoneta ubicada en el piso, con tres puñaladas cerca al corazón.
Por el momento se investigan las evidencias encontradas para entender el por qué del crimen y si Garrido actuó bajo efecto de alucinógenos o si en efecto habría cometido el crimen.
Del hombre se sabe que fue tripulante aeronáutico efectivo en la empresa Avianca-Sam hasta el año 2000.
