Los hermanos Miguel y Gilberto Rodríguez Orejuela, antiguos capos del Cartel de Cali, declararán ante los jueces que llevan el caso de presunto lavado de activos de sus hijos con empresas consolidadas después de su captura en la década de 1990.
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Los hijos de los capos habían pedido esta declaración, autorizada por el Departamento de Estado de Estados Unidos, para confirmar que las empresas que tienen no recibieron activos del narcotráfico del Cartel de Cali.
Por teleconferencia, desde las cárceles donde están detenidos en territorio estadounidense, Miguel y Gilberto Rodríguez declararán el próximo mes de febrero para tratar de limpiar .
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Según la Fiscalía, las empresas de los Rodríguez eran usadas para lavar activos financieros de los Rodríguez Orejuela, ya que en 1999 se encontró que aparecían tanto ellos como sus esposas como accionistas.
Entre las pruebas que tiene la Fiscalía, según el diario El País de Cali, se tienen en cuenta las declaraciones de los propios Rodríguez Orejuela en sus acuerdos de rebaja de penas ante la justicia estadounidense, así como las declaraciones de los testaferros del Cartel de Cali Guillermo Pallomari y Daniel Serrano.
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Según la Fiscalía, los hijos de los Rodríguez Orejuela suscribían contratos entre sus empresas, contrataban como gerentes a los empleados de otros negocios, y las cesiones correspondían a “simulaciones” para continuar el lavado de activos.
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