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Vendedora informal que se reunió con Peñalosa dice que ahora “no le da la cara”

Ana Isabel Hernández, la vendedora informal que enfrentó al alcalde, Enrique Peñalosa, y que finalmente terminó reuniéndose con él en el Palacio de Liévano, habló para el periódico El Espectador y contó el drama que vive luego de su encuentro.

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“Ese día me tocó dormir en la calle. En la pensión me echaron, me gritaron ‘peñalosista’ y me dijeron que le pidiera posada al alcalde. Que era una doble, una triple, que no sé qué. Hoy mis amigos vendedores me dicen traidora”, le contó a ese medio sobre el 4 de febrero, cuando al final de la jornada circuló en redes sociales una foto en la que salen abrazados.

Afirmó que desde antes de esa foto, ella vivía bien. “Ahora mis amigos me gritan de todo, inventan que en la Alcaldía me dieron millones. Y el alcalde, que en esa reunión me prometió ayuda con un carrito mecatero, no salió con nada y no me da la cara. Creo que se hace negar. Lo que quería era la foto. Limpiar su imagen”, relató la mujer.

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Ana Isabel cuenta que ella no sabía que la estaban grabando en el momento de “cantarle la tabla” al alcalde y que se atrevió a hacerlo porque la Policía los atropella, aunque admite que se le fue la mano.

“La cosa es que después de que le reclamé al alcalde y eso salió por los noticieros –me enteré a los días, porque ni televisor tengo–, empezó una perseguidera de un periodista de la Alcaldía. “Que por favor, que el doctor Peñalosa quiere reunirse con usted, que le va a ayudar, que vaya al despacho”. Mañana y tarde. Pues de tanta insistidera yo fui”, contó.

Luego de su reunión, en la que encontró desde su llegada “un montón de cámaras”, el alcalde no le da la cara, a pesar de decirle que la ayudaría a surtir su carro y que podía llegar a la Alcaldía cuando quisiera para que la dejaran entrar al despacho.

“¡Desde entonces no me da la cara! Luego me cayeron los del IPES (Instituto para la Economía Social). Me dijeron que no debía ir al despacho, que él ya había dispuesto un rollito de billetes pa que surtiera el carro mecatero. Luego me voltearon la torta y me dijeron que ellos habían hecho una vaca, habían recogido 150 mil pesitos y que me iban a mandar a comprar unos paquetes de galletas y de papas. Me negué”.

Finalmente, aseguró que ella no necesita mendigar y que la peor decisión que pudo tomar fue ir a la Alcaldía, “solo me ha traído desgracias”. Insiste que no recibió ningún dinero por parte del Distrito, “si lo que recibí fueron malos tratos apenas salí de allá”, aseguró.

La respuesta del Distrito

El Instituto para la Economía Social-IPES-informó que desde el encuentro del Alcalde Mayor, Enrique Peñalosa, con la señora Ana Isabel Hernández, la Entidad le ha brindado acompañamiento permanente y alternativas comerciales para su tránsito a la formalidad.

La primera oferta consistió en un módulo localizado en el Punto Comercial Rotonda Candelaria, ubicado en la calle 12 con carrera 6, especializado en venta de café y aromáticas, consecuente con el producto que la señora Isabel Hernández vendía en los alrededores del Parque Santander. La oferta fue rechazada.

Así mismo, el 9 de febrero el IPES inició la gestión con una empresa privada de Call Center para la vinculación laboral del señor Edgar Darío Hernández, hijo de Ana Isabel Hernández. El 11 de febrero inició proceso de capacitación para su vinculación.

La Secretaría de Integración Social también le brindó atención a Ana Isabel Hernández con la remisión a la Casa Rosada, centro ubicado en la Localidad de la Candelaria, donde le gestionaron hospedaje por cinco (5) noches en un hotel de la ciudad, de las cuales sólo tomó dos.

Luego de otras alternativas ofrecidas por el IPES como quioscos, módulo en punto comercial, punto de encuentro o mecato social, la señora Isabel Hernández optó por este último, una alternativa destinada a adultos mayores o personas con algún tipo de discapacidad.   En la siguiente imagen está la copia del acta de aceptación del punto de trabajo por parte de doña Isabel, firmada por ella misma el día 17 de febrero.

El módulo de Mecato Social ofrecido se encuentra ubicado en el CADE del 20 de Julio, lugar de gran afluencia de público (atiende a unas 5.000 personas diariamente) y su entrega estaba programada para el lunes 29 de febrero. No obstante, al final, la beneficiara no lo aceptó, argumentando que requería un surtido por valor de un millón de pesos.

Aunque los módulos se entregan sin surtido, colaboradores del IPES, de su propia iniciativa, le ofrecieron productos y un monto de $150.000 en efectivo, como apoyo inicial. Nuevamente, la señora Ana Isabel Hernández rechazó la oferta, con el argumento que prefería permanecer ofreciendo sus productos en el espacio público.  

La Entidad sigue a la espera de que la señora Ana Isabel Hernández acepte alguna de las alternativas que le ha ofrecido desde el pasado 8 de febrero y reitera su compromiso para la formalización de todos los vendedores ambulantes de Bogotá.

PUB/CB

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