Bogotá

El Metro de Bogotá, ¿solución definitiva o un proyecto fallido más?

La firma este sábado de un convenio entre el presidente Juan Manuel Santos y el alcalde Enrique Peñalosa es solo el último avance en un proyecto retrasado durante más de 60 años

¿Anuncios electorales?

Las críticas de Petro no fueron las únicas planteadas por los anuncios de Santos y Peñalosa: para el expresidente Álvaro Uribe, los anuncios de la construcción del metro pocos días antes del plebiscito son un anuncio electoral.

Según Uribe, es muy grave que «después de seis años de no haberle cumplido a Bogotá con el metro sale, en víspera del plebiscito, que ahora si va a haber metro, para que voten”.

“Muy grave que el presidente de la República se niegue a dar argumentos y a toda la falta de garantías para que los colombianos voten le sume ahora esta tentativa de cohecho”, añadió el expresidente en una visita a Sincelejo.

Otros analistas criticaron que el Conpes que financiará el metro se firme la semana después del plebiscito y no sea firmado ya, asumiendo las mismas críticas que maneja el senador Uribe.

Desde la década de 1950, los alcaldes de Bogotá han hablado de un metro que solucione los problemas de transporte en la ciudad. Este sábado, con el anuncio de un recorrido definitivo del sistema según la propuesta de Enrique Peñalosa, se espera llegar por fin a la construcción de la primera línea del proyecto más retrasado en la historia del país.

Desde 1949 el metro de Bogotá ha estado en el marco de la discusión y la campaña política, y como una curiosidad, el primer recorrido planteado por el entonces alcalde Fernando Mazuera Villegas coincide en un punto importante con el recorrido anunciado este sábado por Peñalosa: su trazado pasará por la Avenida Caracas de sur a norte, entre la Avenida Primero de Mayo y la calle 72.

Discusiones como los beneficios o problemas de construir un metro elevado, a nivel o subterráneo; ajustes en el recorrido y en las estaciones, e incluso, críticas sobre los mecanismos de operación, han impedido que el proyecto avance. Una de estas discusiones fue lanzada por el exalcalde Gustavo Petro, que impulsó un metro con básicamente el mismo recorrido aprobado por la Alcaldía y la Presidencia este sábado, pero subterráneo.

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«El cambio de trazado del Metro de Bogotá nos devuelve a hace seis años. El presidente Santos engañó a Bogotá», escribió Petro este sábado, y el domingo arreció con sus ataques luego del rechazo que Santos y Peñalosa hicieron a su proyecto de metro subterráneo, el cual ya cuenta con estudios técnicos pero resultaría mucho más costoso en su construcción que el elevado.

«No hay otra razón para no comenzar la construcción del metro subterráneo que sectarismo, de Santos; capricho de Peñalosa; y negocios: corrupción», aseguró el exalcalde de Progresistas.

Peñalosa respondió esgrimiendo los estudios realizados por la firma Systra, en los que no solo se destacó un ahorro de 4 billones de pesos en los costos de construcción del metro, sino de dos años en el tiempo en el que estaría construido, que según el Alcalde, sería hacia 2022.

Larga historia y ni un avance

El metro subterráneo de Petro es solo uno de los más de 30 proyectos que se elaboraron desde 1949 para poder construir un sistema de transporte capaz de absorber el volumen de pasajeros de una ciudad cuya población se multiplicó en los últimos 70 años en más de 10 veces.

El más desarrollado de estos proyectos se diseñó en 1981. Buscaba consolidar dos sectores que pronto se convirtieron en el eje del sistema TransMilenio: el sector de Kennedy – Patio Bonito (por la Avenida de las Américas) y Engativá (por la calle 80). El costo de su primera línea se estimó en 797 millones de dólares del año, pero no se construyó para darle prioridad al metro de Medellín.

Un recorrido similar se planteó en 1996, en la presidencia de Ernesto Samper. La mayor diferencia con el actual es que abandonaba Kennedy por la Primero de Mayo solo hasta la actual Avenida del Ferrocarril del Sur, pasando por los sectores de Galán y Centro Nariño antes de llegar a la Estación de la Sabana y continuar hacia Engativá.

En esa ocasión, la falta de recursos y la crisis financiera de 1997 obligaron a diseñar una alternativa más barata, la cual llegó con Peñalosa como TransMilenio cubriendo recorridos como la calle 80, la Avenida Caracas y la Avenida de las Américas que habían sido marcados en los proyectos de metro anteriores.

El recorrido actual buscará circular de manera elevada por encima de la Avenida Primero de Mayo desde el río Bogotá hasta Restrepo y continuará por la Avenida Caracas, sobre la troncal de TransMilenio existente, en una primera etapa llegando hasta la calle 72.

No es solo el metro

El anuncio de la construcción del metro elevado se vio acompañado con el de la construcción de rutas alimentadoras hacia el sur de Bogotá, las cuales se realizarán por rutas como la Avenida 68, la Avenida Boyacá y la Avenida Ciudad de Cali.

Con estas, se espera que el uso del metro alcance un millón de personas diario. Así mismo, se realizarían estaciones de intercambio con el sistema TransMilenio en 10 puntos, entre los que destacan estaciones cruciales como las de Calle 26, Calle 72, Tercer Milenio y Nariño.

Con este proyecto y otros como la ampliación de TransMilenio y la construcción de RegioTram, se espera que el 80% de los bogotanos se encuentren en 2030 a menos de un kilómetro de una troncal de sistema masivo, con lo que se espera que Bogotá sea una de las ciudades con un sistema más denso y sostenible de transporte del mundo.

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