La muerte de Rubiela Chivará en plena vía pública el pasado martes dejó en evidencia el mal estado de la clínica Jorge Piñeros Corpas, la cual habría retrasado tres veces por un presunto deterioro en un ascensor de la institución médica. Pero una investigación de la Personería de Bogotá demuestra una situación mucho peor de lo que aparenta.
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Según la Personería, que hizo una visita este viernes a la clínica, faltan implementos básicos como guantes de látex, toallas de papel y desinfectantes, y la Secretaría de Salud selló cuatro quirófanos por no contar con las normas mínimas de habilitación de quirófanos.
La investigación de la Personería encontró que los baños para usuarios permanecen “sucios y en mal estado”, los insumos médicos y medicamentos son controlados por solo una empresa y no llegan en cantidad o calidad suficientes, y el ascensor por el que presuntamente no habría sido atendida Chivará tiene fallas desde hace cuatro años.
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Además, se encontró que los médicos y enfermeros son insuficientes para el volumen de pacientes, que se encuentran desmotivados por falta de pago y son “poco humanos”, por lo que no entregan información adecuada del estado de salud de los pacientes.
Servicios como hematoncología y oncología pediátrica fueron cerrados por falta de especialistas, y los pacientes que requieren un traslado urgente pueden durar más de un día.
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La clínica Jorge Piñeros Corpas era propiedad de Saludcoop hasta que la EPS fue liquidada en diciembre. Según un especialista consultado por Semana.com, la muerte de Rubiela Chivará se debió a la falla de un ascensor que se habría desplomado desde el séptimo piso, y en los quirófanos faltan implementos como catéteres o elementos de sutura que impiden realizar desde hace más de un mes operaciones quirúrgicas.